Los scones se me hacen un super pan, versátil para el desayuno, tan fácil de hacer como una galleta pero con la textura de un pan más complicado. Un scone recién salido del horno grita ser untado con algún tipo de mermelada. Esta vez hice scones de chía con mermelada de mango. Digo, es “mermelada” porque fue una versión rápida de una mermeladilla, una compota veloz que haces en 5 minutos.
Como cualquier otro scone, mezcla los ingredientes secos con la mantequilla y corta con los dedos o tenedor o mezclador hasta tener la textura de migajas grandes. 
Por otro lado, mezcla los ingredientes húmedos con la chía y agrégaselos a la mezcla de mantequilla. Mezcla sólo hasta integrar.
Forma un disco con la masa y acomoda en una charola, puedes cortar la figura que quieras pero he encontrado que mientras menos manipules la masa, mejor quedarán. Así que recomiendo hacer un disco y cortarlo directo en la charola.
Separa las piezas como un centímetro del centro, sólo para despegar. Hornea a 160ºC por 15-20 minutos o hasta que estén suaves pero cocidos.
Mientras tanto, prepara la “mermelada” de mango, agrega un poco de azúcar al mango molido y pon a hervir hasta que espese, moviendo constantemente. Si el mango estaba muy dulce, agrega un poco de jugo de limón.

Ya fuera del horno, deja entibiar y acompaña con la mermelada.

3 tazas de harina
2/3 tazas de azúcar
5 cucharaditas de polvo para hornear
pizca de sal
2 barritas de mantequilla fria
1 huevo
1 cucharadita vainilla
1/3 taza de chía
3/4 taza de crema para batir
2 mangos pelados y picados
1/3 taza de azúcar glass