Nada más fácil que una gelatina. No necesitas horno, no necesitas mayores ingredientes ni técnicas y resulta delicioso para muchos. La de cajeta, personalmente es mi favorita, es difícil que a alguien le salga mal; todos tienen su propia receta y todas las versiones me parecen deliciosas! —Pero recordemos que me gusta mucho la cajeta… En fin. Regresemos a lo nuestro. Hidrata la grenetina en el agua y deja que se esponje.
Mientras tanto, haz la mezcla base en la estufa. Mezcla leche y las semillas de una vaina de vainilla, deja a fuego bajo y agrega la mitad de una lata de leche condensada. Mezcla bien y agrega la grenetina hidratada hasta que se disuelva.
Retira del fuego y separa una taza de esta mezcla. Agrégale el resto de la leche condensada, revuelve y reserva.
El resto de la mezcla va con la cajeta, revuelve a mano o en la licuadora. Puedes agregar una copita de ron… o darle tu toque personal…
Esta gelatina es bicolor así que pon la mitad de la mezcla de cajeta en el molde y deja cuajar, vacía la mezcla de leche y deja cuajar. Termina con el resto de la mezcla de cajeta. Puedes hacerlo en un solo paso o con dos capas. Me gusta cómo se ve con la linea intermedia de leche y siento que hace que una gelatina simple de cajeta se vea más interesante. Peeeeroooo puedes ahorrarte los pasos y mezclar todos los ingredientes, cuajar y listo.
