Bajan las temperaturas y en automático se nos antoja algo calientito. Adémas, no termina de entrar el otoño y en todas partes ya hay Pan de Muerto, y luego luego y sin respiro llega la Rosca de Reyes. Llegará un día en el que en pleno verano vamos a encontrar decoraciones navideñas.. ooh, eso ya pasa. En fin, el punto es que, con mínimo esfuerzo en todas partes encuentro panes que han de ser devorados y qué mejor que con un rico café de olla.
Para mi sorpresa y como es ya típico de esta página que lees: ES MUY FÁCIL DE HACER.
Básicamente pones todos los ingredientes a fuego bajo hasta que se integren y el piloncillo se disuelva. Revuelve constantemente y mantén caliente hasta la hora de colar y servir. Si quieres hacer un café de olla como lo hacían en la época de la revolución, agrega media tableta de chocolate de mesa (45g).

*Nota: aparentemente el café de olla sabe mejor si lo tomas desde una ollita o cazuelita de barro, o algo pintoresco o rusticón de peltre… Para todos aquellos que están buscando qué regalarme de navidad, ya les dí un tip 😉